En recuerdos perdidos
queremos hacer nuestro pequeño homenaje a los tejedores que con tanto trabajo y
esfuerzo producían telas de gran calidad, utilizando como herramienta los
telares que tan en desuso están en la actualidad.
El telar artesanal es de
madera y tensa unos hilos de manera longitudinal llamados urdimbre, estos hilos
están en tensión y tradicionalmente, en nuestra comarca, solían ser de lana de
oveja.
Imagen de M. Teresa Diez |
La urdimbre se va
rellenando con el resto de hilos llamados trama formando el mosaico de dibujos
y colores como los que vemos a continuación.
Debemos mencionar que el
oficio de tejedor esta en decadencia
debido al gran trabajo que lleva la elaboración de la pieza de tela y la poca
gratificación económica ya que deben competir con el bajo coste de las telas
industriales.
Este telar en concreto es
de Alía y tiene en su haber más de 4 generaciones con lo que su valor histórico
es incalculable…
En Berzocana aún nos queda
algún telar que su dueña, Catalina Penacha, trabaja en algunas ocasiones y nos
regala a la vista los refajos de sus nietas de gran colorido.
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