Manteniendo tradiciones, los jóvenes de Berzocana festejan
“Los Quintos”, coincidiendo con
carnaval.
Los quintos, era el nombre que recibían los jóvenes al
cumplir la mayoría de edad y tenían que irse a la mili (servicio militar). Este
nombre viene de los tiempos de Carlos III, ya que al imponer el servicio, solo
“una quinta parte de los muchachos del pueblo” estaban obligados a ir. Aunque
ya el servicio militar en España ha desaparecido, en muchos puntos de España se
ha convertido en una tradición para recordar la despedida de estos jóvenes, que
dejaban a sus familias y mocitas para cumplir con su obligación.
Esta celebración viene dada por el momento más importante
del quinto que, junto con el sorteo, era la denominada talla o talleo. Ese día se juntaban e iban por las
cosas de las quintas pidiendo donativos. Con lo que recaudaban organizaban una
cena y un baile.
En Berzocana, se mantiene la tradición, y al cumplir los 18
los muchachos y muchachas se reúnen para festejarlo, la celebración coincide
con el sábado de carnaval. Con atuendo militar, los quintos quedan temprano a
desayunar las típicas “Migas extremeñas” y ya con el estomago lleno se disponen
a recorrer el pueblo, calle por calle y casa por casa. Transitan el pueblo
acompañados de un Macho Cabrio. En cada casa, las familias tienen preparadas
cintas y madroños para decorar al macho, el cual tiene una cuerda desde los
cuernos hasta el rabo, para poder atar las cintas y llenarle de color. A cambio
los quintos, además de animar con sus coplas, les ofrecen un poco de vino de la
tierra como agradecimiento. La gente del pueblo les propina con comida, como un
buen chorizo de matanza, panes, dulces típicos, etc.
Como antes hemos dicho los quintos van por las calles alegrando
a ritmo de coplas. Estas coplas nos cuentan las tristezas de las madres y las
novias que se quedaban esperando a que volvieran hijos y novios, lo mucho que
echaran estos de menos su tierra o incluso lo contentos que están los que se
quedan que como dice la canción “tocan a
mas muchachas…” Para animar mas las calles acompañan los cantes con
panderetas y tambores, que normalmente sin ningún tipo de ritmo hacen mas ruido
que música, claro que, sirve para animar igualmente. No se debe olvidar
mencionar la pandereta hecha de piel de cabra meses antes, que como manda la
tradición, el quinto debe romper ese día a base de tocarla.
Como cada vez es mas difícil juntar un grupo mas o menos
numeroso que justo cumpla los 18 años, los jóvenes esperan a los de una o dos
quintas mas abajo y lo celebran todos juntos, por esta razón no todos los años
se puede celebrar, como iba a pasar este año. Pero hay tradiciones que no se
pueden perder y la juventud berzocaniega ha decidido hacer un homenaje al
quinteo y jóvenes de diferentes quintas se reunirán el próximo sábado 18 de
Febrero para celebrarlo y seguir manteniendo año a año esta tradición.
Resaltar que hoy en día decir que alguien es “quinto mío” es
sinónimo de amistad, por esto y por las otras muchas cosas arriba explicadas,
no podemos dejar que esto se pierda.
Aquí os dejamos un fragmento de una copla, que hace alusión
a las escaleras de la audiencia de Berzocana.
“La escalera de la
audiencia (BIS)
Madre quien la subirá
La quinta del (año)
(BIS)
Con mucha serenidad”
Post realizado por: Leticia Torres Serrano
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